Hoy queremos hacer referencia a un interesante articulo de Yolanda Fernández Nistal que podéis encontrar originalmente aquí y que nos acerca un poquito más al conocimiento sobre las ya famosas calderas de biomasa. Esperamos lo encontréis interesante:
Biomasa ¿mito o realidad?
En esta entrada pretendo analizar puntos a favor y en contra de
la biomasa a través de un artículo publicado por el Doctor en Medicina
Josep Martí Valls en el periódico de Catalunya en enero de este año.
Artículo de opinión “Los peligros de la quema de la biomasa” – Josep Martí Valls
En
la combustión incompleta de cualquier elemento, se producen
subproductos derivados de la combustión que hacen que el combustible se
transforme en otra materia, esto no solo ocurre en la biomasa, esto
ocurre también por ejemplo en las centrales térmicas.
La
mayor crítica que hace el artículo sobre la biomasa es el contaminante
que produce en su quema y sus efectos nocivos sobre la salud. Es verdad
que contamina, pero también es verdad que los sistemas de filtraje y
depuración de los gases de escape, cada vez son mejores y esta
contaminación se ve reducida considerablemente. Aunque ya existen muchos
y muy variados filtros (ciclones, filtro de mangas, electrofiltros,
filtros cerámicos o scrubbers entre otros) se debe investigar y
desarrollar nuevas tecnologías para mejorar la captación de partículas
emitidas a la atmósfera.
A mi entender, el artículo no ofrece una visión objetiva sobre el uso térmico de la biomasa
cuando afirma “la biomasa es muy poco eficiente en la producción de
energía eléctrica (menos de un 20%), siéndolo mucho más en la producción
de calor”. La producción de energía eléctrica se produce haciendo girar
la turbina con la energía térmica producida previamente en una caldera,
esta caldera puede quemar biomasa, gas
natural, carbón o cualquier otro combustible para la que esté diseñada.
Es decir, la producción de electricidad, no se produce de forma directa
de la biomasa, y la turbina es la misma en todos los procesos, por lo
que la diferencia estaría en el rendimiento de las calderas para
producir esta energía térmica que la turbina necesita, y hoy en día, el
rendimiento en las calderas de gas natural y biomasa son muy
similares. Otra cuestión es el poder calorífico de los combustibles
fósiles y de la biomasa, donde es superior el de los combustibles
fósiles, por lo que para obtener la misma cantidad de energía
necesitaremos mayor cantidad de biomasa que de combustible fósil.
Hay varios puntos del artículo en los que estoy de acuerdo;
por ejemplo, de que vendan la biomasa como una energía que no
contamina, cuando en realidad es una energía con balance 0 en cuanto a
las emisiones de C02, y por lo tanto no contribuye al calentamiento
global del planeta. Otro punto es la importancia del tipo de biomasa a
utilizar, así como que hay que tener en cuenta a la hora de producir
energía la relación coste-beneficio de todo el proceso y el rendimiento
energético frente a los costes ambientales y para la salud humana.
Pero también hay varios puntos en los que no coincido;
por ejemplo en la afirmación “la biomasa puede considerarse un carbón
de baja calidad tal y como tal su combustión produce aún más tóxicos que
la del carbón”, a diferencia de los combustibles fósiles, el dióxido de
carbono originado en el proceso de combustión de la biomasa es devuelto
a la atmósfera, desde donde fue tomado durante su generación. Según
esto, el uso de la biomasa como combustible, no hace aumentar el
contenido de dióxido de carbono de la atmósfera y, por lo tanto, no
atribuye el efecto invernadero. La combustión de biomasa produce menos
cenizas que la del carbón mineral y puede usarse como insumo orgánico en
los suelos. La conversión de los residuos forestales, agrícolas y
urbanos para la generación de energía, reduce significativamente los
problemas que trae el manejo de estos desechos. Sí es verdad, que si el
ritmo en la quema de biomasa se hace muy alto, y es superior al ritmo de
producción de la biomasa, aumentará la cantidad de dicho compuesto en
el aire.
También se recomienda en el artículo no usar biomasa como combustible en calefacciones domésticas (edificios de vecinos) cuando a día de hoy esta tecnología es más rentable que otras, es verdad que emite otros contaminantes, pero es que los sistemas actuales de calefacción también contaminan. Al contrario de lo que se opina en el artículo, yo sí estoy a favor de los cultivos energéticos siempre que sea de forma controlada y de terrenos que actualmente no tienen uso, incentivando las economías rurales, creando más opciones de trabajo y reduciendo las presiones económicas sobre la producción agropecuaria y forestal, ayudando a la vez a reducir la contaminación del agua y la erosión del suelo.
También se recomienda en el artículo no usar biomasa como combustible en calefacciones domésticas (edificios de vecinos) cuando a día de hoy esta tecnología es más rentable que otras, es verdad que emite otros contaminantes, pero es que los sistemas actuales de calefacción también contaminan. Al contrario de lo que se opina en el artículo, yo sí estoy a favor de los cultivos energéticos siempre que sea de forma controlada y de terrenos que actualmente no tienen uso, incentivando las economías rurales, creando más opciones de trabajo y reduciendo las presiones económicas sobre la producción agropecuaria y forestal, ayudando a la vez a reducir la contaminación del agua y la erosión del suelo.
Igual
que no existe medicina que no tenga efectos secundarios, hasta el
momento no hay producción de energía gestionable que no los tenga.
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